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Esta es la historia de Bulova, la exclusiva marca de cronógrafos

Bulova

es una casa de Alta relojería de Estados Unidos, reconocida por haber creado el primer reloj electrónico. Esta es la historia de Bulova, la exclusiva marca de cronógrafos.

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En el año de 1875 Joseph Bulova un inmigrante de Bohemia abrió una pequeña joyería en Maiden Lane en la Ciudad de Nueva York. Más tarde en 1911, Bulova comenzó la fabricación de relojes de bolsillo, relojes de mesa y relojes de pared.

Además a partir de la Primera Guerra Mundial fabricó relojes de pulsera y en 1928, Bulova fabricó el primer reloj controlado por radio.

Durante 1875 Estados Unidos vive una época de progreso industrial y económico para Estados Unidos, un líder de la marca generó una serie de momentos emblemáticos en la historia de la relojería y así transformar por completo la relojería.

Desde la apertura de su primera tienda en Maiden Lane, Joseph Bulova presentó una innovación tras otra, marcando así el comienzo de una búsqueda que duraría toda su vida y sería su gran legado: la de elaborar relojes de calidad superior para un consumidor dinámico y cambiante.

A partir de 1950, desarrolló el primer reloj electrónico, el Bulova Accutron obra del inventor, Max Hetzel, nacido en Basilea, Suiza, y que se unió al Bulova Watch Company de Bienne, Suiza en 1948.

La bobina del diapasón es accionada por un circuito electrónico con un transistor que oscila a 360Hz, de forma que el Bulova Accutron pasó a ser el primer reloj electrónico de pulsera del mundo.

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A diferencia de los relojes mecánicos o los cuarzos, el movimiento de la aguja segundera era totalmente fluido y continuo. Varias compañías suizas equiparon también movimientos de diapasón en sus relojes de pulsera, pagando una licencia a Bulova. Más de 4 millones de relojes fueron vendidos hasta que la producción se detuvo en 1977.

Posteriormente, la NASA pidió que le fabricara una serie Bulova Accutron para el espacio y Bulova fabricó unos modelos que se utilizaron en los temporizadores y en las técnicas relacionadas con la medida de tiempo durante los vuelos espaciales, desde 1958 con los Vanguard, hasta la llegada a la luna en 1969, en la que el Módulo Lunar LEM estaba equipado con un reloj de este tipo, mientras los astronautas llevaron un cronógrafo mecánico Omega Speedmaster.

Recientemente Bulova ha presentado el Precisionist, un reloj de cuarzo de pulsera con un segundero de movimiento continuo como el que tenían aquellos relojes de diapasón.

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A pesar del paso del tiempo, la visión de Joseph Bulova se mantuvo; la búsqueda e impresión por la perfección, eficiencia, precisión y calidad artesanal se volvieron características de la marca. Actualmente el espíritu de invención, innovación y la tecnología, dentro de la casa Bulova sigue presente.

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