En su nueva campaña FENDI FOR YOURSELF, la casa italiana propone algo más que una elección de estilo: invita a abrazar lo que define tu esencia. Dos de sus íconos más queridos, la Baguette y la Peekaboo, dialogan y se enfrentan, reflejando las diferentes formas de ser y expresarse que existen hoy.
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¿Eres más Baguette o más Peekaboo? No hay una sola respuesta, porque aquí se celebra la individualidad en todas sus formas.

Peekaboo: el arte de la sofisticación
Desde su creación, la Peekaboo ha sido símbolo de discreta elegancia. Confeccionada bajo los más altos estándares de artesanía, esta bolsa se reconoce por su estructura limpia, su diseño heredable y su capacidad para adaptarse al tiempo sin perder fuerza. Es la elección de quien apuesta por el lujo silencioso, la versatilidad y la sofisticación que nunca necesita gritar.
Baguette: el espíritu libre
Por otro lado, la Baguette es la imagen misma de la frescura y la autoexpresión. Desde que apareció en 1997, esta pieza se ha reinventado una y otra vez, acumulando millones de versiones que hablan de su energía lúdica y su ADN experimental. Un fenómeno cultural que ha acompañado a mujeres que viven con independencia, humor y estilo propio.
Nuevas voces, nuevos íconos

La campaña cobra vida de la mano de Nara Aziza Smith, sensación de internet, y del grupo femenino Katseye, surgido de la Popstar Academy de Netflix. Ambas representan una nueva generación que entiende el valor de la autenticidad.
«FENDI es una marca icónica, y estoy muy emocionada de formar parte de esta campaña«, comparte Nara Aziza Smith.
Por su parte, Katseye conecta profundamente con el mensaje de la colección: «La esencia de FENDI FOR YOURSELF refleja quiénes somos. Como en nuestra música, esta campaña celebra los contrastes y la libertad de ser múltiples cosas a la vez. Es un honor colaborar con una marca que impulsa la fuerza femenina.»
FENDI FOR YOURSELF no obliga a elegir un solo camino. Reconoce que el estilo personal es tan amplio como las historias que cada mujer lleva consigo. A veces clásico, a veces audaz, siempre auténtico.
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Y al final, no se trata de escoger entre Baguette o Peekaboo, sino de celebrar que, como cada bolsa, cada persona tiene su propia manera única de brillar.

