En el universo de Krug, hasta los ingredientes más sencillos pueden convertirse en símbolos de sofisticación. Este año, la maison de champagne volvió a demostrarlo con la presentación de Krug in the Kitchen – The Carrot Chapter – Root For Thought, un proyecto que coloca a la humilde zanahoria en el centro de la alta cocina.
Visita también: Vertical Comedor Evolutivo, la nueva joya gastronómica del Bajío
Desde 2014, Krug ha explorado lo que ocurre cuando chefs de todo el mundo llevan un único ingrediente a su máxima expresión. Papas, tomates, arroz y hasta flores han ocupado este papel en años anteriores. Ahora, es turno de la zanahoria: un vegetal versátil que puede ser dulce o salado, crujiente o sedoso, herbal o caramelizado.
El libro Root for Thought 2025 reúne 146 recetas creadas por cocineros de 34 países —todos embajadores de la maison—, pensadas para dialogar con Krug Grande Cuvée y Krug Rosé.
Una mesa para doce en la Ciudad de México
Para presentar esta iniciativa en nuestro país, Krug reunió a un grupo selecto de invitados en la Table Krug del St. Regis Ciudad de México. Ahí, el chef Diego Niño reinterpretó la zanahoria en su platillo estrella, acompañado de una selección de etiquetas excepcionales: Krug Rosé 27ème y 28ème Édition, además de Krug Grande Cuvée 169ème y 171ème Édition.
El menú incluyó propuestas como jurel ahumado con coco y ajo negro, gyozas de langosta con emulsión de miso, pato con cereza negra, así como un fresco plato de pepino con yogurt y maracuyá. Los postres corrieron a cargo de los Petits Chef Diego, una interpretación juguetona para cerrar la velada.
Una experiencia abierta al público
Quienes deseen vivir esta celebración gastronómica podrán hacerlo del 23 de septiembre al 31 de octubre de 2025 en el St. Regis Ciudad de México. El menú se ofrece a un precio de $3,950 MXN e incluye una copa de champagne Krug.
Visita también: Jim Beam se une a Cadillac para conquistar la Fórmula 1
Con esta edición, la maison francesa reafirma la visión de su fundador: cada parcela, cada ingrediente, cada detalle, encierra un potencial único. Y con una copa de Krug en mano, hasta una simple zanahoria puede convertirse en arte.