Después de tres años de espera, las primeras 50 piezas del MP-10 Tourbillon original fueron entregadas. Una creación que no solo rompió las reglas de la Alta Relojería, sino que propuso un nuevo lenguaje: sin esfera, sin agujas, sin masa oscilante. En su lugar, rodillos giratorios, una reserva de marcha circular y un tourbillon inclinado a 35° con doble masa lineal para dar cuerda. Más que un reloj, el MP-10 es una declaración de principios.
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Ahora, Hublot redobla la apuesta con dos ediciones limitadas que reimaginan su exterior: una con caja de cerámica negra, la otra con caja y pulsera de zafiro completamente translúcido. Dos visiones estéticas radicales, diseñadas para coleccionistas que buscan lo inesperado.
La potencia negra del MP-10 Tourbillon All Black

Limitado a 50 piezas, el modelo en cerámica negra conserva el espíritu rebelde del MP-10 original. Su color profundo rinde homenaje a la serie All Black de Hublot, pionera en explorar la cerámica como material relojero. Cada ángulo curvo de su compleja caja se adapta al doble cristal de zafiro, revelando el movimiento con claridad e intensidad.
El futuro translúcido del MP-10 Tourbillon Sapphire

Hublot rompe aún más moldes con el MP-10 Tourbillon Sapphire: una edición aún más limitada de solo 30 piezas, diseñada para quienes buscan transparencia total. La caja y pulsera de zafiro inundan de luz el reloj, permitiendo apreciar los 592 componentes de su movimiento. Un espectáculo de ingeniería sin intermediarios.
En lugar de agujas, cuatro indicadores giratorios muestran el tiempo: horas y minutos en el tercio superior (con lupa invisible), reserva de marcha circular en el centro (en verde, naranja y rojo), y los segundos directamente en la jaula del tourbillon. Todo ello rematado con acabados en gris metálico que evocan el motor de un superdeportivo expuesto bajo un capó.
El arte de fusionar lo imposible
Julien Tornare, CEO de Hublot, lo resume así: “Fusionar forma y sustancia, estética y tecnología, es parte esencial de nuestro ADN. Estas cajas no son solo estilo, son logros de ingeniería relojera. Cada MP-10 Tourbillon es una evolución completa, no una simple versión.”
Hublot, el origen del Big Bang
Fundada en 1980, Hublot fue la primera casa relojera en combinar oro con caucho. Desde entonces, su filosofía del «Arte de la Fusión» ha redefinido los límites del diseño y la innovación. El Big Bang, nacido en 2005, fue un parteaguas. Veinte años después, sigue siendo un ícono que se reinventa con movimientos propios como el Unico, el Meca-10 y ahora, con el MP-10 Tourbillon, da un paso más allá.
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Hublot también ha dejado su huella más allá de la relojería: en canchas de fútbol, colaboraciones musicales, experiencias gastronómicas y, sobre todo, en el corazón de los Hublotistas. El MP-10 Tourbillon no es solo un reloj. Es un vehículo de la imaginación, una visión mecánica que anticipa lo que viene.

