Hay una noche al año, específicamente hoy 5 de mayo, en la que la moda, el arte y las celebridades se mezclan en un desfile que parece salido de otro planeta. No es una premiación, no es una pasarela cualquiera, y mucho menos un simple evento social: es la Met Gala.
Visita también: FENDI FOR YOURSELF: Baguette o Peekaboo, ¿cuál es tu lado?
También conocida como el “Oscars de la moda”, la Met Gala es una gala benéfica organizada por Vogue para recaudar fondos para el Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte (el famoso MET) en Nueva York. Y aunque la causa es noble, seamos honestos: lo que realmente la hace famosa es la alfombra roja más extravagante del año.
¿Quién organiza esto y desde cuándo?
La gala existe desde 1948, pero fue hasta que Anna Wintour (sí, la jefaza de Vogue) tomó las riendas en 1995, que se convirtió en lo que conocemos hoy: un espectáculo mediático con listas de invitados ultra exclusivas y una producción que rivaliza con cualquier fashion week.
Cada año, el evento marca la inauguración de una exposición de moda en el MET y tiene un tema que dicta cómo deben ir vestidos los asistentes. Y no, no es opcional. Si el tema es “Camp”, se espera que llegues disfrazado de tu yo más exagerado. Si el tema es “Heavenly Bodies”, no faltan los looks inspirados en ángeles barrocos o vírgenes góticas.
¿Quién va y cómo consiguen invitación?
No cualquiera puede entrar. Aunque se dice que una entrada individual ronda los 50 mil dólares, ni el dinero garantiza acceso. Anna Wintour tiene la última palabra sobre quién entra y quién no. Así que sí, necesitas tener influencia, fama, o ser el plus one de alguien que tenga ambos.
Entre los asistentes están celebridades del cine, la música, la moda, la política y hasta del mundo digital. Rihanna, Zendaya, Lady Gaga, Kim Kardashian, Timothée Chalamet… todos han protagonizado momentos épicos en esa alfombra.
Visita también: Mercedes-Benz y Moncler lanzan una colección cápsula con NIGO inspirada en los 90
¿Y por qué es tan relevante?
Porque no solo es un desfile de moda: es una declaración artística. Los looks que se ven en la Met Gala son pensados para provocar, para interpretar un concepto, y para hacer historia. Además, es uno de los pocos espacios donde la moda se libera de las reglas del buen gusto, y eso, en sí mismo, ya es arte.