La esquina de Hegel y Presidente Masaryk, alberga a La Bikina; una permanente fiesta mexicana, en la que, desde los murales hasta los platillos, son parte de un homenaje a lo más emblemático de nuestra cultura.
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Una vieja casona restaurada y vestida por dentro con un estilo kitsch muy a la mexicana que, desde su entrada es capaz de enamorar a locales y extranjeros. Sin perder su esencia, La Bikina mezcla su particular estilo con tendencias vanguardistas y elegantes en cada rincón del lugar.
El tiempo en este lugar pasa desapercibido. Desde que tomas tu lugar en la mesa, hasta que decides salir, la atmósfera del lugar te absorbe como si de cápsula del tiempo se tratara; y no es que el tiempo se haga eterno, es que uno esta tan inmerso en la comida, el ambiente y el servicio, que mirar al reloj no es una prioridad.
Una gran variedad de entradas que abren el apetito y preparan hasta al estómago más exigente para salir de ahí con una gran sonrisa de satisfacción. Sin duda hay que hacer varias visitas para probarlo todo, pero si quieres una recomendación para iniciar la experiencia, el Aguachile de Pescado Zapata es una gran opción.
El menú tiene un balance perfecto entre elementos de mar y tierra para complacer toda clase de gustos, hay una gran variedad de platillos que van desde unas tostadas de atún, hasta un jugoso corte de tomahawk.
Te recomendamos probar el Taco de Pescado con Costra de Maíz Azul, muy al estilo de Ensenada, un delicioso sabor del pescado balanceado con una mezcla de coles y un aderezo de mayonesa de chipotle que brinda al taco la consistencia precisa.
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Sólo para valientes
El recorrido gastronómico culminó con una experiencia única: La Experiencia de Mezcal. Esta bebida es, sin duda, un residente estrella de la casa, pues esta cuenta con 250 etiquetas del destilado mexicano. Llegó a nuestra mesa una tabla con tres diferentes tipos de sales exóticas, servidas con una guarnición muy peculiar: un alacrán.
Cada participante recibe un caballito de mezcal y, mediante la explicación de nuestro guía, nos fuimos adentrando más al mundo de esta ancestral bebida. El mezcal 400 Conejos fue nuestro elixir para esta degustación, gracias a su sabor impecable y tradicional.
Una vez terminado el mezcal y armados todos de valor, llegó el momento de la verdad. Quien sea capaz de comer el alacrán, según cuenta la leyenda, tendrá un ciclo de fortuna y abundancia. Es un misterio si fue el mezcal o el aliento de la historia, pero comer un poco de este insecto se vuelve un reto a cumplir para todos los presentes.
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Si lo que buscas es un servicio premium, estás en el lugar indicado. Desde la recepción hasta la despedida, el servicio por parte de todos fue un verdadero highlight de la noche. ¿Quieres una experiencia de otro nivel? Solicita que tu mesero sea Uriel.
Facebook: La Bikina México
