es internacionalmente el whisky de mayor prestigio y en esta ocasión se enorgullece de presentar The Reach, un single malt que refleja extraordinarias etapas históricas y conmemora el espíritu de la destilería desde hace casi 200 años.
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The Reach fue elaborado durante la Segunda Guerra Mundial, una época convulsa, y fue puesto a descansar en 1940, antes de que la destilería se viera obligada a cerrar sus puertas por primera vez en su historia.
La existencia de esta importante bebida es un testimonio del compromiso con la excelencia sin concesiones que ha impulsado a The Macallan desde su fundación en 1824. Así mismo, se trata de un homenaje para las personas que se esforzaron durante tiempos adversos para reanudar la destilación de la esencia de la marca; así como a los artesanos de hoy que siguen manteniendo los valores de la marca.
Juan Barbatos el embajador de The Macallan para México menciona:
The Reach nació en la guerra y no era un proyecto que estaba destinado a ser una botella de 81 años. […] Dentro del contexto del mundo del whisky se hacían inversiones pequeñas pues la gente buscaba algo barato y también las destilerías querían sacar whisky rápidamente porque no hubo producción. Sin embargo, esta barrica de 1940, la barrica número 177, se tomó la decisión de guardarla, de no venderla y ver qué pasaba con ella. […] Con el paso de los años resulto que tuvo un comportamiento para ser un whisky sumamente añejo.
Un diseño significativo e histórico
The Reach
es el espirituoso más antiguo jamás lanzado por The Macallan, un insólito single malt de 81 años, elaborado a partir de una única barrica de roble curada con Jerez. El oscuro y precioso whisky se presenta en un exquisito decantador creado a partir de vidrio soplado en caliente, que se posa sobre tres manos esculpidas en bronce.
Cada mano de la estructura representa personajes en el legado de The Macallan y sus historias únicas. Una de ellas conmemora a los trabajadores de la destilería de 1940 que crearon el espirituoso en tiempos difíciles, hace más de ocho décadas. Otra es la mano del antiguo presidente de la destilería, Allan Shiach, cuyo abuelo dirigía la empresa cuando este whisky fue enviado por primera vez a la barrica. La tercera es la de la actual Master Whisky Maker, Kirsteen Campbell, quien seleccionó cuidadosamente la barrica de 1940 utilizada para crearla, y decidió que ahora era el momento de compartirlo con el mundo.
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Kirsteen Campbell mencionó:
Es un honor presentar The Reach. Creado durante una época turbulenta del mundo, esta extraordinaria expresión muestra la historia, el ingenio y la inconfundible fuerza de carácter de The Macallan. Esfuerzo de muchas manos, The Reach ha sido una verdadera colaboración. También es un homenaje a las personas que elaboraron este precioso whisky y a su espíritu perdurable que nunca flaqueó. Su intenso tono castaño es el primer indicio de su sorprendente profundidad. Ofrece notas de chocolate negro, canela dulce y turba aromática, que desembocan en toffee de melaza, jengibre cristalizado y piña carbonizada, antes de dar paso a un final intensamente rico, dulce y ahumado.
Al igual que The Reach su envase es un reflejo de excepcionalidad e importancia. El destilado se presenta en una botella única elaborada por un colectivo de artesanos escoceses. El resultado es una historia de colaboración y conectividad; es un cuarteto artesanal de líquido, vidrio, bronce y madera que constituye un adecuado homenaje a este extraordinario whisky.
Así mismo Juan Barbatos comentó:
El diseño del decantador se hizo con base en la escultura que lo iba a sostener, que son estas manos porque lo importante era rendir ese homenaje; entonces era algo que embonara bien y que estuviera todo producido en suelo escocés.
Escultura atemporal y extraordinaria
La escultora Saskia Robinson después de largos y minuciosos procesos creativos creó una escultura atemporal de tres manos; las venas, uñas y detalles de la piel están grabados con extraordinaria precisión, modelados a partir de la impresión de un artista de una mano de uno de esos alambiques originales. La escultura está fundida en bronce en y el brillo del metal contrasta maravillosamente con el whisky de color ámbar oscuro.
La superficie del decantador de cristal presenta sutiles hendiduras que coinciden con las huellas dactilares de las manos de bronce que lo sostienen; mientras que un bello mueble elaborado con madera de un olmo caído, que se cree que estaba en la finca de The Macallan en 1940, alberga el decantador.