Ubicado en Cuernavaca, uno de los destinos más entrañables de México, el hotel boutique Anticavilla del grupo Hamak se ha hecho un lugar en el corazón de los viajeros que buscan tranquilidad, hospitalidad mexicana y experiencias que les llenen los sentidos.
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Esta hacienda de estilo colonial data del siglo XVII, pero tiene un toque italiano moderno que recibe a sus huéspedes con un paisaje seductor: grandes jardines con plantas endémicas, un patio central rodeado por arcos, pasillos llenos de arte y detalles que reconocen su historia, como canteras, vigas, pisos y columnas originales que se integraron de manera orgánica al twist contemporáneo que le dio Bernardo Gómez Pimienta.
El lugar toma el poder del arte como inspiración, por eso no es de extrañarse que las habitaciones lleven el nombre de pintores reconocidos ni que la infinity pool (de tamaño olímpico y con carril para nado) esté decorada con un exquisito trabajo del mosaico veneciano.
Los visitantes no solo pueden disfrutar de las comodidades del hotel, sino también de talleres de arte y vino, experiencias gastronómicas (como la clase de cocina para aprender a hacer una pasta fresca de manera artesanal), mixología y catas de vino que completarán su estadía.
De Italia a Cuernavaca
Verdesalvia, el restaurante del hotel, acaba de renovar su propuesta y se presenta con un concepto nuevo y más moderno. El chef Daniel Flores creó un menú que refleja su amor por lo fresco y las preparaciones artesanales, donde los protagonistas son los ingredientes, entre los que se destacan productos de la región y otros de origen italiano.
Dependiendo de la hora de la visita, los comensales bien pueden disfrutar de un toast de aguacate con burrata italiana en el desayuno o, en la tarde o noche, de un Risotto ai fungi, hecho con hongos porcini, queso partisano y aceite de trufa, arancinis de prosciutto, spaguetti a la chitarra, filete de res en costra de gorgonzola o pollo con mole rojo estilo poblano.
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El hotel cuenta con una cava Romana con más de 70 etiquetas nacionales e internacionales que son ideales para maridar los alimentos y un bar donde se sirven tragos clásicos o de autor que dejarán a los visitantes con un buen sabor de boca.
Texto por: Erika Rivera
