Cuando Don César Pavlovich fundó Palominos tenía una idea en mente: llevar
auténtica comida sonorense a los paladares más exigentes, en todos los rincones
posibles.
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A 50 años de ese sueño, su restaurante se ha posicionado como uno de
los favoritos de los mexicanos no solo por ofrecer platillos tradicionales de Sonora,
con icónicas recetas afianzadas ya en el corazón de sus clientes, sino por sus
propuestas innovadoras, que responden a los gustos actuales del mercado.
Parte del éxito de Palominos es que todo aquel que llega se “siente como en casa”
(algo que las generaciones posteriores a Don César se han encargado de
mantener), pues cada rincón tiene un ambiente cómodo y cálido que invita a volver
y hacer sobremesa.
El menú refuerza su lema “El auténtico sabor sonorense”, pues consta de platillos
imperdibles, como la carne oreada, burritos de machaca, quesadillas con queso
manchego, frijoles maneados, tortillas “sobaqueras”, chile de agua, coyotas y
cortes a la parrilla de carne sonorense, tan reconocida por su calidad de
exportación que proceden de ganado joven alimentado de grano, utilizando las
más avanzadas técnicas de engorda que le dan un marmoleo único a la carne.
Actualmente, cuentan con restaurantes en el norte, occidente y centro del país:
Hermosillo (origen de esta tradición), Tijuana, Mexicali, Chihuahua, Culiacán,
Guadalajara y Ciudad de México, y están próximos a abrir uno en Estados Unidos.
Todos con la misma sazón y calidad que buscaba desde un inicio Pavlovich.
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Como parte del festejo por sus cinco décadas, presentaron nuevos platillos que a
partir de hoy se pueden encontrar en el menú de todos los Palominos: aguachile
de papada asada al carbón con miso de cilantro; tacos de short rib con tortilla de
harina, puré de cebolla, salsas y tripita de leche; filete a la pimienta con papas
trufadas y tortilla sobaquera frita con espuma y salsa de jamoncillo.
TEXTO POR: Érika Rivera