El personalizar un coche no tiene límites, prácticamente un sin fin de posibilidades. Poco a poco las marcas agregan nuevas áreas a sus plantas donde se especializan en la fabricación de autos bajo pedido de clientes premium.
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Tal es el caso de Rolls-Royce Coachbuild, movimiento que nace en el año 2017 tras la fabricación del Rolls-Royce Sweptail el cual provocaría una gran aceptación por parte de grupos de coleccionistas y promotores de las artes.
Después de este lanzamiento, fueron varios los fanáticos de la marca que se acerarían a querer colaborar para crear un encargo único.
Dentro de este grupo, surgieron tres promotores quienes se inspiraron por una profunda apreciación del diseño náutico contemporáneo como se observa en los yates de Clase J. El resultado es que, el día de hoy, Rolls-Royce Motor Cars revela el ‘Boat Tail’.
Es tras esta presentación que la marca decide el regreso e una de las raíces históricas de la marca y de iniciar un departamento distinto dentro de la compañía, Rolls-Royce Coachbuild.
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‘Boat Tail’ comparte el mismo espíritu de las otras creaciones, las cuales son impregnadas con la huella única, altamente personal, del patrocinio de encargo, contando de esta manera diferentes historias.
A pesar de que las tres versiones comparten un perfil exterior similar, cada unidad se personaliza de manera individual.
Esta nueva rama es una oportunidad para que entusiastas de la marca puedan solicitar encargos únicos que tendrán gran valor a futuro.
El Rolls-Royce Boat Tail está envuelto en un tono rico y complejo del color favorito del cliente – el azul. El color, con una visible connotación náutica, es sutil cuando está bajo la sombra, pero bajo la luz del sol hojuelas integradas metálicas y de cristal proporcionan un aura brillante y energética al acabado.
Para asegurar la aplicación más uniforme posible al exterior, se pasó un dedo sobre la línea de la carrocería definitiva antes de que la pintura se hubiera secado por completo para suavizar los bordes.
Las ruedas tienen un acabado en azul brillante, están altamente pulidas y tienen un recubrimiento transparente que se suma al carácter festivo del Boat Tail.
Se trata de un proyecto que se ha desarrollado por cuatro años y cada proceso ha sido trabajado totalmente a mano por los fabricantes. Tan solo la arquitectura de lujo, la cual fue reconfigurada para soportar las generosas proporciones del Boat Tail, tomó ocho meses de proceso.
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En respuesta a y en reflejo de su carácter, la sección trasera alberga de manera discreta el concepto automotriz más ambicioso que ha sido creado hasta la fecha. Con sólo presionar un botón, la cubierta se abre como una mariposa abre sus alas para revelar un espacio intrincado y generoso.
La máquina que impulsa el Rolls-Royce Boat Tail es la misma del Phantom con un motor V12 biturbo de 563 caballos de fuerza. La casa relojera Bovet 1822 se encargó de la instrumentación análoga y como accesorios de ultra lujo, cuenta con un espacio para refrigerar bebidas.
Sólo existen tres unidades en el planeta, que esto sumado a su gran número de elementos, lo hacen ser, hasta ahora, el auto más costoso del planeta tras tener un exorbitante costo de 28 millones de dólares.