The Macallan por sí solo ya ofrece una selección de whiskies de la más alta calidad, sin embargo, hay uno en especial, uno que es la joya de la corona: The Macallan 72 en Lalique.
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Más de 7 décadas han pasado por su largo proceso de reposo para producir una majestuosa y extremadamente rara malta única, lo que lo convierte en el whisky más antiguo jamás lanzado por la destilería.
No sólo se trata del contenido, sino del recipiente que le contiene, y es que se tarta de una jarra de cristal de edición limitada fabricada a mano y a la medida por la vidriera francesa Lalique.
The Macallan 72 celebra una colaboración de maestros de todos los campos del whisky, todos los elementos que le componen, que hacen un producto final único en su clase, marcan un nuevo comienzo en la historia de The Macallan.
Esencia histórica
Casi dos siglos han sido los que la producción de este excepcional whisky ha partido de The Macallan Estate y la nueva Destilería y Experienca del Visitante, lugar que es un homenaje a la pasión y maestría artesanal de cada gota que es decantada de The Macallan.
Este elixir nace en la década de los 40, posterior a la Segunda Guerra Mundial. El espíritu de una reinvención fue lo que inspiró la creación de la nueva Destilería y el espirituoso The Genesis Decanter.
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Un lugar como este y la esencia que transmite, el espíritu detrás de uno de los mejores whiskies del mundo se encapsula en este ultra exclusivo decantador de cristal Lalique.
Las líneas y curvas naturales de la nueva destilería se reflejan en el decantador y la delicada silueta curveada del techo se plasma en el diseño de la jarra.
Cada botella tiene un estuche hecho a la medida inspirado en el interior de la destilería. Esta caja se diseña a mano por Burgess Studio con los mejores materiales de The Royal Warrant, NEJ Stevenson.
Notas de Cata
En nariz el inicio es una delicada turba que da entrada a un humo de roble suave y envejecido. Le siguen esencias de limones cítricos y manzanas verdes, con notas de vainas de vainilla y pasas, con un pequeño dejo de jengibre.
En paladar al previo humo de turba combina con una suave vainilla y un nuevo humo de roble dulce. Una delicada especia de madera se combina con humo de turba que al desvanecerse deja por último una capa de cítricos y sutiles manzanas verdes.
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El cierre es medio y afrutado, con una pronunciada y dulce sensación de roble en boca.
Solamente existen 600 botellas en el planeta y cada una de ellas tiene un valor de venta recomendado de 1.4 millones de pesos.